martes, 13 de febrero de 2007

LA ESENCIA DE LA POLÍTICA NO ES LA CORRUPCION Publicado en Diario La Tribuna de Los Angeles, el 31/01/07

El año 2006 terminó con afirmaciones, declaraciones y denuncias por parte de algunos insignes políticos de la concertación con relación a una supuesta institucionalidad al servicio de la corrupción en nuestro sistema político, palabras que la derecha política y económica recogió cómodamente descargando todo su viciado discurso político para tergiversar en la opinión de la ciudadanía los hechos concretos. Si bien es cierto que se hace necesario realizar los esfuerzos políticos y legislativos para transparentar las acciones y procesos que se lleven a cabo al momento de enfrentar proyectos de candidaturas y liderazgos políticos, y más allá de las denuncias de corrupción y la coyuntura política se abren nuevos desafíos y horizontes como partido, como lo es el redefinir los perfiles de liderazgo más apropiados y en función de características éticas, apego a nuestros principios socialistas y con una visión de luchar por intereses colectivos por sobre intereses particulares.
Un nuevo año comienza y con no menos desafíos y tareas partidarias por cumplir. Es en esta dinámica que nuestro núcleo manifiesta su total repudio a hechos poco transparentes en el accionar político y su convicción y apoyo a iniciativas políticas y legislativas que aboguen por aclarar, los hechos de corrupción acaecidos en el último tiempo que empañan y desperfilan la esencia de la política y el rol activo de los partidos políticos al interior de ella, que no tiene otra finalidad que converger en una alternativa de administración con la finalidad de satisfacer aquellas necesidades económicas, educacionales, de salud, vivienda, sociales y de inclusión política democrática que nuestra sociedad chilena demanda se materialicen cada día más.


COMPAÑERO JAIME SANHUEZA
NUCLEO PENSAMIENTO Y ACCIÓN SOCIALISTA
LOS ANGELES-VIII REGIÓN
PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE
E-Mail: psnucleopas@gmail.com





lunes, 12 de febrero de 2007

NUESTRO DERECHO DE VIVIR EN UN AMBIENTE SIN CONTAMINACION

Eran las 2.30 de la madrugada del jueves 18 de enero recién pasado cuando una gran parte de los ciudadanos de Los Ángeles se despertó, desesperados por un nauseabundo olor que invadía el ambiente de sus casas. Efectivamente, se percibía un olor parecido a gas licuado. Pero no era de ese tipo de emanación. Muchos abrieron las puertas y ventanas para ventilar y no pasó nada. El olor era más insoportable fuera de las casas. Inmediatamente uno piensa en varias posibilidades para aquella contaminación. Pudo ser la empresa IANSA que produce olores desagradables en el proceso y tratamiento de la remolacha; igualmente las plantas de celulosa Laja y Nacimiento con sus emanaciones por el proceso de macerado. También cabía la posibilidad de ser un escape de la tubería de gas de la empresa que distribuye dicho combustible natural, en Los Angeles. Pero al no encontrar respuestas a lo ocurrido, a esas alturas de la noche solo queda resignarse y por supuesto regresar a la cama y tratar de conciliar el sueño.

Muchos de los ciudadanos de Los Angeles se sienten muy molestos por dicha contaminación. Vulnerados en sus derechos más básicos y humanos. Uno se pregunta si existe una entidad que esté tratando estos temas, en Los Angeles, si las autoridades están realizando gestiones a fin de impedir las emisiones contaminantes, si existe un trabajo comprometido y decidido por el CONCEJO Comunal de Los Angeles respecto de la defensa del medio ambiente, “si está en la conciencia de las autoridades y ciudadanos lo que dice la carta fundamental del los DDHH, respecto al tema”, etc. Son preguntas que requieren de respuestas claras a la ciudadanía.

En Los Angeles, la contaminación por emisiones de gas y olores como los descritos han pasado a ser casi familiares, olores que han sido motivo de vagos comentarios con los vecinos como por ejemplo “qué olor tan malo”, “quien será”, “qué empresa”, “deberían preocuparse”, “esto es perjudicial para la salud”, “hay que denunciar a la empresa responsable”, etc. Pero todo siempre queda en vagos comentarios, lejos de una acción decidida.

Hay varias preguntas que se vienen a la mente. ¿Qué calidad de aire queremos en Los Angeles?, ¿La comunidad está dispuesta a luchar por la defensa del medio ambiente?, ¿queremos un ambiente sano para nuestros hijos?, ¿Vamos a seguir permitiendo que atropellen nuestro derecho fundamental de vivir libres de contaminación?. Pueden haber diferentes respuestas, pero es el tiempo de levantar la voz ciudadana contra estos hechos que perjudican a todos.

Habrá muchas razones válidas para mantener empresas en la zona, pero no existe ninguna razón para permitir que esas empresas nos contaminen y atenten contra la vida saludable de los ciudadanos. Es un derecho de todos de vivir una vida libre de contaminación.

VACIO PERMANENTE

¿Cuál es nuestra verdad?
Mi memoria me sitúa en varios escenarios de la vida íntima familiar, de mis amistades y también de la nación y un país que en un instante lo vi como paralizado, aturdido y lleno de temor por los acontecimientos estrepitosos que ocurrían en el corazón de las familias chilenas, sí, allí, en la casa de todos los chilenos, la Moneda. Como un cristal que se triza en múltiples grietas producto de un fuerte impacto sin aviso y sin motivo más que el odio de unos pocos, el oportunismo y egoísmo de los de siempre, los saqueadores de una casa ordenada, pero agitada por aquellos que no podían figurar por su integridad sino más bien por su hipocresía o el fraude.

Durante los años en dictadura sentía y masticaba la injusticia aplicada por el régimen, que en mis tiempos de niño y adolescente me permitieron adoptar una posición distinta a los que se sentían triunfadores por haber derrotado según ellos el caos. Pero siempre supe que ellos sabían que lo que habían logrado fue imponer la prevaricación por sobre la justicia, la transgresión por sobre la obediencia a la ley, lo malo por sobre lo bueno, la fuerza por sobre la razón y el sentimiento. Sí, siempre se empecinaron en el engaño para mantenerse en el poder ilegítimo, pero además contaron con miles de balas que traspasaron y quebrantaron a tantos corazones de hombres, niños y mujeres valientes que no titubearon para expresar su oposición a esa sombra que es la injusticia y la hipocresía de cobardes como el dictador, que más que general llegó a ser como un soldado de plomo que a cierta temperatura se derritió y desapareció, por fin.

A los diez años conocí la cárcel porque ahí visité a uno de mis hermanos mayores, detenido justo la noche del golpe, en Valdivia. Rato antes escuchaba a mi madre que decía muy preocupada y nerviosa, ¡mataron al Presidente!, lo mataron en la moneda, murió el Presidente Allende. ¡Chicos, no salgan a la calle!. Mi hermano hoy sufre de sus riñones producto de culatazos y torturas. Mi padre sufre de carencias materiales por una vergonzosa jubilación que le otorgó el estado recién salvado. Esos años de escasez y pobreza los recuerdo bien, como los que vivieron tantos chilenos. Años de silencio, de miedo, de muchos disparos de patrullas y soldados vigilantes, representantes y al mando de un hipócrita que hoy es cenizas.

La realidad ha pasado como un sueño, pero no para todos, muchos no podrán despertar de la terrible pesadilla de no saber ni encontrar a los suyos, vagando en busca de respuestas, respuestas que se fueron con las cenizas de un traidor y cobarde paladín de la mentira y el odio. Qué pena, pero ese vacío es la resultante de su terrible existencia.



Luis Barrientos
E-Mail: luisbarrientoscor@gmail.com
Tel{efono: 83168997


EL MOVIMIENTO OBRERO

Quisiéramos hacer notar un hecho histórico que sin duda nos vincula a todos, en cuanto sociedad dinámica y diversa.

Durante el siglo XX el movimiento obrero es sin duda uno de los hechos sociales por excelencia de nuestro país y de Latinoamérica, que permite evidenciar una huella y camino ejemplar recorrido por los trabajadores, en cuanto a su lucha por el desarrollo y el respeto de sus derechos ante las estructuras de poder como la oligarquía, terratenientes y mayorazgos, burguesía, empresarios, en fin, los explotadores de siempre.

Hasta antes del 73 dicho movimiento de los trabajadores experimentó y desarrolló un crecimiento espectacular que con motivo de sus reivindicaciones lograron una base activa impresionante, que se demostró por una vinculación estrecha con los sindicatos e importantísimas organizaciones de apoyo como la CUT y los partidos políticos. Existía una legislación que les permitía mantener una fuerza muy cohesionada con la institucionalidad, más que con los empresarios. Con el gobierno del Presidente Allende se evidencian las más grandes conquistas de los trabajadores, de la historia, desarrollando valientemente una agenda práctica mediante las mejoras de los trabajadores e igualmente una agenda ideológica, mediante la lucha anticapitalista. Sí, fue el período más revolucionario de Latinoamérica en su tiempo.

Todo lo anterior produjo una gran cantidad de energía reaccionaria que vino a explotar el 11 de Septiembre del 73, con el golpe. Aquellos que siempre han representado al lucro acumularon energía suficiente y actuaron en su momento, en bien de sus granjerías. Sí, se iniciaba el período más desastroso para el Movimiento Obrero, y para toda la sociedad chilena. La dictadura entonces ataca los sindicatos y a los partidos políticos, hace desaparecer del mapa las agendas trazadas e impone el nuevo modelo económico, neoliberal, que fomenta la exclusión social, establece y mantiene regresivamente la más atroz inequidad en la distribución del ingreso así como su fomento del consumismo inconsciente, entre muchas cosas más.

¿Pero qué tenemos? Hoy tenemos una transición interminable hacia la democracia, una clase política desvinculada de la clase trabajadora y la base social, tenemos más universidades privadas, (negocios), precariedad en el empleo e inestabilidad laboral, en fin, una brecha más grande entre los que tienen más y los que tienen menos. En treinta años ha ocurrido un evidente debilitamiento del Movimiento Obrero. en lo económico, lo institucional y en lo político.

Pero no todo es tan malo. En la reconstrucción de esta sociedad hemos avanzado. Tomando en cuenta que el Movimiento de los trabajadores logró mantener una base activa del orden del 30 % de la población y que hoy alcanza al 11% de la fuerza de trabajo, los trabajadores están dando pasos grandes en su lucha contra las injusticias laborales y por la redemocratización. Pero sin duda que se necesita más vínculos con los partidos políticos y por ende con la institucionalidad o el estado.

Como conclusión, se puede decir que los Obreros siempre han estado en movimiento, y hoy se evidencia un movimiento creciente. Por ello digo, ¡Vivan lo trabajadores de Chile!, ¡Viva el Movimiento Obrero!