Quisiéramos hacer notar un hecho histórico que sin duda nos vincula a todos, en cuanto sociedad dinámica y diversa.
Durante el siglo XX el movimiento obrero es sin duda uno de los hechos sociales por excelencia de nuestro país y de Latinoamérica, que permite evidenciar una huella y camino ejemplar recorrido por los trabajadores, en cuanto a su lucha por el desarrollo y el respeto de sus derechos ante las estructuras de poder como la oligarquía, terratenientes y mayorazgos, burguesía, empresarios, en fin, los explotadores de siempre.
Hasta antes del 73 dicho movimiento de los trabajadores experimentó y desarrolló un crecimiento espectacular que con motivo de sus reivindicaciones lograron una base activa impresionante, que se demostró por una vinculación estrecha con los sindicatos e importantísimas organizaciones de apoyo como la CUT y los partidos políticos. Existía una legislación que les permitía mantener una fuerza muy cohesionada con la institucionalidad, más que con los empresarios. Con el gobierno del Presidente Allende se evidencian las más grandes conquistas de los trabajadores, de la historia, desarrollando valientemente una agenda práctica mediante las mejoras de los trabajadores e igualmente una agenda ideológica, mediante la lucha anticapitalista. Sí, fue el período más revolucionario de Latinoamérica en su tiempo.
Todo lo anterior produjo una gran cantidad de energía reaccionaria que vino a explotar el 11 de Septiembre del 73, con el golpe. Aquellos que siempre han representado al lucro acumularon energía suficiente y actuaron en su momento, en bien de sus granjerías. Sí, se iniciaba el período más desastroso para el Movimiento Obrero, y para toda la sociedad chilena. La dictadura entonces ataca los sindicatos y a los partidos políticos, hace desaparecer del mapa las agendas trazadas e impone el nuevo modelo económico, neoliberal, que fomenta la exclusión social, establece y mantiene regresivamente la más atroz inequidad en la distribución del ingreso así como su fomento del consumismo inconsciente, entre muchas cosas más.
¿Pero qué tenemos? Hoy tenemos una transición interminable hacia la democracia, una clase política desvinculada de la clase trabajadora y la base social, tenemos más universidades privadas, (negocios), precariedad en el empleo e inestabilidad laboral, en fin, una brecha más grande entre los que tienen más y los que tienen menos. En treinta años ha ocurrido un evidente debilitamiento del Movimiento Obrero. en lo económico, lo institucional y en lo político.
Pero no todo es tan malo. En la reconstrucción de esta sociedad hemos avanzado. Tomando en cuenta que el Movimiento de los trabajadores logró mantener una base activa del orden del 30 % de la población y que hoy alcanza al 11% de la fuerza de trabajo, los trabajadores están dando pasos grandes en su lucha contra las injusticias laborales y por la redemocratización. Pero sin duda que se necesita más vínculos con los partidos políticos y por ende con la institucionalidad o el estado.
Como conclusión, se puede decir que los Obreros siempre han estado en movimiento, y hoy se evidencia un movimiento creciente. Por ello digo, ¡Vivan lo trabajadores de Chile!, ¡Viva el Movimiento Obrero!
Durante el siglo XX el movimiento obrero es sin duda uno de los hechos sociales por excelencia de nuestro país y de Latinoamérica, que permite evidenciar una huella y camino ejemplar recorrido por los trabajadores, en cuanto a su lucha por el desarrollo y el respeto de sus derechos ante las estructuras de poder como la oligarquía, terratenientes y mayorazgos, burguesía, empresarios, en fin, los explotadores de siempre.
Hasta antes del 73 dicho movimiento de los trabajadores experimentó y desarrolló un crecimiento espectacular que con motivo de sus reivindicaciones lograron una base activa impresionante, que se demostró por una vinculación estrecha con los sindicatos e importantísimas organizaciones de apoyo como la CUT y los partidos políticos. Existía una legislación que les permitía mantener una fuerza muy cohesionada con la institucionalidad, más que con los empresarios. Con el gobierno del Presidente Allende se evidencian las más grandes conquistas de los trabajadores, de la historia, desarrollando valientemente una agenda práctica mediante las mejoras de los trabajadores e igualmente una agenda ideológica, mediante la lucha anticapitalista. Sí, fue el período más revolucionario de Latinoamérica en su tiempo.
Todo lo anterior produjo una gran cantidad de energía reaccionaria que vino a explotar el 11 de Septiembre del 73, con el golpe. Aquellos que siempre han representado al lucro acumularon energía suficiente y actuaron en su momento, en bien de sus granjerías. Sí, se iniciaba el período más desastroso para el Movimiento Obrero, y para toda la sociedad chilena. La dictadura entonces ataca los sindicatos y a los partidos políticos, hace desaparecer del mapa las agendas trazadas e impone el nuevo modelo económico, neoliberal, que fomenta la exclusión social, establece y mantiene regresivamente la más atroz inequidad en la distribución del ingreso así como su fomento del consumismo inconsciente, entre muchas cosas más.
¿Pero qué tenemos? Hoy tenemos una transición interminable hacia la democracia, una clase política desvinculada de la clase trabajadora y la base social, tenemos más universidades privadas, (negocios), precariedad en el empleo e inestabilidad laboral, en fin, una brecha más grande entre los que tienen más y los que tienen menos. En treinta años ha ocurrido un evidente debilitamiento del Movimiento Obrero. en lo económico, lo institucional y en lo político.
Pero no todo es tan malo. En la reconstrucción de esta sociedad hemos avanzado. Tomando en cuenta que el Movimiento de los trabajadores logró mantener una base activa del orden del 30 % de la población y que hoy alcanza al 11% de la fuerza de trabajo, los trabajadores están dando pasos grandes en su lucha contra las injusticias laborales y por la redemocratización. Pero sin duda que se necesita más vínculos con los partidos políticos y por ende con la institucionalidad o el estado.
Como conclusión, se puede decir que los Obreros siempre han estado en movimiento, y hoy se evidencia un movimiento creciente. Por ello digo, ¡Vivan lo trabajadores de Chile!, ¡Viva el Movimiento Obrero!
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